Navegando juntos el mar del duelo: Un enfoque tanatológico aplicado a los deportes extremos
- Mario A. Venegas Borrás

- 16 dic 2023
- 2 Min. de lectura
Cuándo nos adentramos al universo de los deportes extremos, pocas veces medimos el riesgo y a menudo, éste se comporta de manera impredecible. La adrenalina y la aventura resultan ser aliadas tremendas en la práctica. Sin embargo, algunas veces, las cosas se salen de control y un accidente fatal, nos puede recordar lo vulnerables que somos.

En estas circunstancias vale la pena preguntarse ¿Qué ocurre cuando esa delgada línea entre la euforia por una actividad y el miedo a caer se desdibuja, trayendo la materialización en la pérdida de un ser amado?
Es aquí donde la tanatología emerge como un mapa de guía en este terreno difícil del duelo.
En muchos sentidos, la tanatología se asemeja a un equipo de apoyo para aquellos intrépidos que se aventuran en territorios desconocidos, ya sea surfeando olas gigantes, caminando en una cuerda floja en las alturas o lanzándose desde un avión con un paracaídas.

Es el ancla emocional cuando las victorias se transforman en derrotas personales y la vida se ve marcada por la pérdida.En la cima de una montaña, justo antes de lanzarse en una caída libre, los amantes de los deportes extremos pueden sentirse invulnerables. Por lo que la soberbia puede llegar a jugar un papel de protagonismo en la toma de decisiones.
El exceso de confianza y la falta de conocimiento o equipos aumentan el riesgo y éste factor debe medirse para equilibrar la balanza con la firme convicción de lograr garantizar seguridad en espacios de gran incertidumbre.
Sin embargo, algunas veces, los accidentes suceden y los conocimientos o los equipos no alcanzan para prever la fatalidad.
La tanatología nos recuerda que, aunque abrazar el riesgo puede ser liberador, también lleva consigo la posibilidad de confrontar situaciones dolorosas.
Imagina a un alpinista que conquista una cumbre majestuosa. La satisfacción es incomparable, pero ¿qué sucede cuando la vida de un compañero de escalada se desvanece en el camino?

Aquí es donde la tanatología despliega su papel crucial, ofreciendo apoyo para superar el duelo, entender las emociones y encontrar la resiliencia necesaria para seguir adelante.
En el terreno de los deportes extremos, donde la pasión por la aventura se entrelaza con la fragilidad de la vida, la tanatología nos invita a reflexionar sobre la dualidad inherente a estas experiencias.
No se trata únicamente de la emoción del riesgo, sino también de la capacidad de confrontar la realidad y aceptar los grados de responsabilidad cuando las cosas toman un rumbo inesperado.
En la vida, aprendemos que no hay hazaña tan extrema que escape a las complejidades de la existencia humana.
Por lo tanto, es en estas situaciones donde aprendemos a abrazar la vida al máximo, sabiendo que también debemos enfrentar la realidad de la pérdida.
Es un recordatorio de que, incluso en la búsqueda de emociones fuertes, debemos estar preparados para afrontar el duelo con valentía y compasión. De ahí que, exista la esperanza de que podamos encontrar, en los estudios de tanatología, un aliado en nuestro viaje por los altibajos de la vida en la práctica de deportes de aventura.











































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